Si algo ha cambiado con el paso de los años es la forma de llamar a las cosas. Formamos parte de la generación de lo políticamente correcto y parece que todo lo que vayas a decir ofende. Me recuerda a aquella famosa fábula del padre que iba con su hijo en un burro. Al pasar por un pueblo fue criticado por los que estaban a la entrada del pueblo porque iba encima del burro montado y el hijo andando. “Qué mal padre que deja ir a su hijo andando”, era el comentario.
Ante esto, decidió intercambiar la posición. Es decir, ahora iba el padre andando y el hijo montado en el burro. Al pasar por el siguiente pueblo, el comentario que se escuchó fue “vaya hijo que permite que su padre vaya andando y él sentado”. La cara del padre era un poema. Ante esto, decidió que los dos se subieran encima el burro. Y claro, al cruzar el tercer pueblo el comentario fue “vaya padre e hijo que van sentados encima de un pobre burro, pobre animal”. Y claro, al padre no le quedó otra que bajarse. Así que al cruzar el último pueblo, iban el padre y el hijo andando. Y claro, justo al pasar se escuchó a un lugareño gritar “vaya dos tontos, que van andando teniendo un burro”. Moraleja, hagas lo que hagas vas a ser criticado.
Por esto hoy queremos recordar al famoso aparato de los dientes. Eso que hace años se llamaba aparato, y que ahora ya no se puede decir así porque parece que molesta. Si yo contara los motes que poníamos a los que se ponían esos hierros en los dientes…Pues bien, todo ha cambiado mucho, y ahora el mundo de la ortodoncia se ha convertido en todo un sector moderno y adaptado a los nuevos tiempos.
Nos ponemos en contacto con Qualident, para que nos cuenten los diferentes tratamientos que puedes encontrar en el mercado. Y sí, ahora mismo el aparato vale para mayores, medianos y pequeños.
La ortodoncia es el tratamiento mediante el cual conseguimos mejorar nuestra alineación dental. Esto es altamente recomendable tanto para quienes tienen problemas estéticos como para quienes sufren de problemas de mordida y maloclusión. Por ejemplo, en Qualident cuentan con expertos ortodoncistas que analizarán tu caso concreto para ofrecerte el tratamiento más adecuado y conseguir, de este modo, el mejor resultado para tu sonrisa.
Convencional
Es el de toda la vida. Los brackets convencionales son los aparatos de ortodoncia más comunes y conocidos y de hecho los más adecuados para pacientes de todas las edades. Además, al ser el tratamiento más utilizado, cuenta con una amplia evidencia científica que prueba su eficiencia.
De cerámica
Los brackets de cerámica son un tipo de ortodoncia mucho más discreto que los brackets metálicos de toda la vida, los brackets cerámicos se vuelven prácticamente imperceptibles entre los dientes del paciente, debido a su tonalidad de color marfil.
Invisible
Es una ortodoncia invisible. Ideada para mejorar nuestra salud bucodental siendo el tratamiento de ortodoncia más discreto de los que hay. En Qualident cuentan con especialistas en tratamientos de ortodoncia en San Joan Despí y Collblanc capacitados para ofrecer la ortodoncia Invisalign. Compuesta por férulas para los dientes, construida con diversos alineadores para corregir la mala posición de los dientes. Las férulas con cómodas y estéticas.
Infantil
La ortodoncia infantil es un tratamiento habitual para niños que trata de corregir problemas tanto funcionales como estéticos que pueden afectar al menor cuando sea adulto. Si has pensado en poner ortodoncia a tus hijos, ponte en contacto con estos profesionales porque te van a decir cuál es la mejor edad para hacerlo.
La verdad es que los dentistas siempre son personas que cuentan con mi total confianza. Ellos cuidan de ti, escuchan tus necesidades y proponen un plan de tratamiento adaptado para cada paciente de la manera más profesional. Te dan varias alternativas y te recomiendan aquel que requiera menos molestias y costes para ti. Así que la verdad es que es una gozada.
Y, por supuesto, no hagas como el padre, el hijo y el burro, no pienses en el qué dirán, solo piensa en ti y en qué es lo mejor para ti. Así que si quieres ponerte el famoso aparato con 50 años, hazlo. Y sonríe, que aunque los primeros meses no te acostumbres a esa sonrisa, con el paso del tiempo lo harás. Y sobre todo, cuando te lo quiten, será el momento para que tú rías el último, que ya sabes que es el que ríe mejor.