Cuando nos preguntamos cómo abrir una panadería con éxito, hay que tener en cuenta una serie de cosas. Hay muchos países en el mundo en los que es de lo más común que el desayuno venga acompañado por deliciosa pastelería o panadería, lo que hace que sean unos negocios de lo más rentables.
¿Cómo puede tener éxito un negocio así?
Si una panadería está bien situada, dispone de buena organización y es atendida, es rentable. Aunque eso sí, hay que tener claro que no es tan sencillo llevar este negocio, pues es sacrificado y precisa, como dicen los profesionales panaderos del Moli Pan y Café, de un gran conocimiento técnico. Vamos a ver los factores más importantes:
El negocio del pan
Cuando se pone en marcha un plan de negocio hay que pensar en muchos elementos, desde las máquinas al número de trabajadores o cómo será el local. Lo suyo es que el local en el que se establezca el negocio disponga de puestos para estacionar donde los clientes se estacionen de la forma más cómoda.
En lo tecnológico no hay que olvidarse de los programas de computadora que permitan la agilización de las clásicas tareas repetitivas, optimizando la producción y controlando los costes, Así se va a poder llevar el necesario control de lo que se consume a diario y saber de qué producto hay que hacer más y de cuál menos.
Se precisa personal que tenga experiencia en la materia
Hay que hacer un pan que tenga buena calidad y para ello son precisos profesionales que dispongan de un magnífico conocimiento de las clases de masa. En especial tener un maestro que esté especializado en el oficio.
Hablamos de un profesional que va a ser importante en el negocio, puesto que si hace un magnífico pan y otros productos de los derivados de la harina, seguro que los clientes van a volver de manera constante.
Una buena idea es que se contrate también un pastelero que ofrezca una amplia diversidad de dulces de pastelería, pasteles y tortas para la decoración de fiestas y demás eventos. Al igual que un maestro hornero, que son los que colocan y retiran el resto de productos del horno y logran que se cueza perfectamente.
Elegir una ubicación adecuada
Además de un buen personal, también adquiere gran importancia que la ubicación sea la mejor. Será una zona comercial en la que la gente va a poder ir a desayunar antes de ir a trabajar, pudiendo ir a almorzar de forma rápida sin tener que acudir a los recargos extra de los servicios de los mesoneros de un restaurante o pueda acudir cuando salga del trabajo.
Combinar siempre la tradición con un servicio al cliente de nivel
El conseguir una producción mayor con el mantenimiento de una buena calidad puede ser realmente interesante para el mantenimiento o el volver a retomar las técnicas de los maestros de la panadería.
Otro punto importante es el de siempre intentar que los precios sean realmente competitivos, sin que ello suponga que baje la calidad que tengan los productos en cuestión.
Estamos ante una profesión que no es fácil, pues hay que sacrificarse bastante, especialmente en temas como los horarios, los cuales se encenderán por lo general a las 4 de la mañana y se apagan sobre las 8 de la tarde.
Para ello, siempre hay que tener algún trabajador en el que confíes que será el que se tenga que encargar de la apertura al público a la primera hora de la mañana, a unas horas que suelen ser las 6 de la mañana, para que los clientes que madruguen más tengan sitio donde tomar el desayuno o un buen café.
Por lo general, las panaderías acostumbran a tener del orden de dos o tres trabajadores que se dedican a atender al público para servir a los clientes, siendo ellos los que también manejan la caja. En otras tiendas tienen a un personal que se encarga solo de manejar el dinero y la caja. Todo va a depender del presupuesto que tengas.
Si a la hora de arrancar no dispones del presupuesto para el pago de un supervisor, como dueño vas a tener que estar muchas horas para estar seguro de que todo vaya bien y en ocasiones te va a tocar estar horneando el pan de buena mañana.
Hay que tener el conocimiento suficiente para poder ir organizando las jornadas de trabajo de los empleados, pues al final es un negocio que hable todos los días.