El 30 de mayo es el día mundial de la esclerosis múltiple y posiblemente algunos de nosotros conozcamos a alguien que está diagnosticado de esclerosis múltiple (EM), pues solamente en nuestro país en el año 2019 había 55.000 personas diagnosticadas con esta enfermedad, pero en realidad, ¿sabemos de qué se trata?
La respuesta es que es una enfermedad neurológica de carácter crónico que afecta al sistema nervioso central, atacando al cerebro y a la médula espinal ya que es una enfermedad desmielinizante, es decir que lesiona la vaina de mielina o capa aislante que envuelve y protege las fibras nerviosas alterando la capacidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro, bloqueando y haciendo más lentos los mensajes entre el cerebro y el cuerpo.
Cuando la mielina se destruye o lesiona, la capacidad de los nervios para producir impulsos eléctricos se interrumpe, dando lugar a la aparición de los primeros síntomas. Estos síntomas pueden ser muy diversos de unas personas a otras, dependiendo de las áreas del sistema nervioso central afectadas y de su intensidad. Dado el amplio abanico de síntomas que presenta esta enfermedad, los principales según el área afectada son:
- Síntomas musculares con afectación de equilibrio y coordinación que pueden ser causar fatiga, descoordinación en los movimientos, temblor, debilidad y problemas para mover brazos y piernas o para caminar, vértigos, mareos, espasmos musculares, pérdida de equilibrio…
- Síntomas oculares que ocasionan al paciente alteraciones en la vista, una visión doble, borrosa, pérdida de campo visual, pérdida de visión cromática, movimientos oculares rápidos e involuntarios…
- Síntomas de entumecimiento, hormigueo, sensación de picazón, sensibilidad al calor, dolor muscular…
- Síntomas cerebrales con problemas con el pensamiento, dificultad para razonar y resolver problemas, disminución de la capacidad de atención, pérdida de memoria, depresión…
- Síntomas del habla, con pérdida de la capacidad de hablar o dificultad para poder expresarse, arrastre de palabras, dificultad para tragar…
Si bien hoy en día no se conoce la causa exacta que produce esta enfermedad y no existe un tratamiento que la cure, cuando se detecta de manera precoz la medicación junto con la fisioterapia, mediante la realización de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la musculatura, y la terapia ocupacional pueden ayudar a controlar el dolor y los síntomas y a que el proceso de la enfermedad se desarrolle de una manera más lenta.
La esclerosis múltiple es una enfermedad que estadísticamente ataca más a las mujeres que a los hombres, un 75 % frente a un 25 %, no es contagiosa, ni es hereditaria, si bien determinados estudios indican que la existencia de algún factor genético puede generar una cierta predisposición a padecerla, y aunque no es mortal, es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente en adultos de entre 20 y 40 años y es altamente incapacitante ya que llega a afectar a la vida personal, familiar, social y económica de la persona que la sufre. Por este motivo, para todas aquellas personas que padecen este tipo de enfermedad, nosotros les recomendamos que acudan a Cuidaria, ya que esta empresa con más de 9 años de experiencia, está especializada en el alquiler de camas articuladas y grúas para enfermos y personas mayores, creada para facilitar, ayudar y mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida.
En la actualidad, existen cuatro tipos de esclerosis múltiple:
- Remitente-recurrente. Es la presentación más frecuente de la enfermedad, afectando al 80% de los diagnosticados. Pudiendo no presentar sintomatología en su fase inicial. Según las estadísticas el 50% de las personas diagnosticadas con este tipo de EM derivará en secundaria progresiva con el paso del tiempo.
- Progresiva secundaria. Ocurre cuando el grado de discapacidad persiste o empeora, caracterizándose por una progresión continua.
- Progresiva primaria. En torno al 15 % de las personas diagnosticadas presentan este tipo de EM en el momento de su diagnóstico. Se caracteriza por un empeoramiento constante de los síntomas.
- Progresiva redicivante. Es una forma atípica en la que hay una progresión continua desde el comienzo de la enfermedad.
Algunos hábitos de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas, por ejemplo, asegurarse de que se descansa y duerme lo suficiente, realización en la medida de lo posible de ejercicio físico, reducir los niveles de estrés, mantener una dieta sana y equilibrada…
Otras enfermedades neuromusculares
Otras enfermedades neuromusculares incapacitantes pueden ser:
- Distrofia muscular. Causa debilidad y pérdida de la masa muscular.
- Atrofia muscular espinal o AME. Es una enfermedad genética que ataca a las neuronas motoras de la médula espinal.
- Esclerosis lateral amiotrófica o ELA. Es una enfermedad del sistema nervioso que ataca a las neuronas del cerebro y la médula espinal.
- Miastenia grave. Causa debilitamiento en los músculos voluntarios.