Contratar a un videógrafo para que ruede un bonito video de bodas es una opción utilizada por muchas parejas para inmortalizar ese día tan especial. Te presentamos algunas ideas de video para estimular tu lado más creativo. Para que encargues ese video inolvidable.
Como sucede con los fotógrafos, dentro de los operadores de video que se encargan de cubrir bodas, encontramos verdaderos artistas. Profesionales que son capaces de componer piezas emotivas y sorprendentes. Videos, que con frecuencia, superan nuestras expectativas. Es bueno que cuando vayas a contratar sus servicios, en la primera visita, te dejes aconsejar. De todos modos, también es recomendable que vayas a la entrevista con una idea de lo que quieres. Entre los dos sacaréis el video perfecto. Perfecto para vosotros.
A la hora de diseñar el video de vuestra boda, debéis pensar en vosotros, en la pareja. No en sí le gustará a vuestros padres o a los invitados. Sois vosotros los que vais a disfrutar de esa pieza audiovisual.
Los primeros meses después de la boda lo vais a visionar una y mil veces. Te lo digo por experiencia. Después, cuando pase el tiempo, volveréis a ver el video, en pareja o por separado, para recordar lo felices que erais entonces.
Un vídeo de bodas no es solo un conjunto de imágenes. Artur, un videógrafo de Barcelona, creador de Ffweddingfilms, un estudio de video especializado en cubrir bodas, nos cuenta que un vídeo de boda debe ser capaz de capturar la esencia de la relación. Debe reflejar en imágenes la magia de aquel día tan especial. Esto que parece tan poético, no es fácil de conseguir. Por eso, te dejamos algunas ideas para que le des una vuelta. Para que se las comentes al videógrafo y produzcáis ese video de boda del que os sintáis orgullosos.
Contar vuestra historia.
El día de la boda es una fecha especial, nadie lo duda, pero en realidad se trata de una escena que forma parte de una historia más amplia. Vuestra historia de amor. Es un momento álgido. Pero hubo un antes de la boda y habrá un después. Darle un toque narrativo al video y dotarlo de un hilo argumental es un enfoque realmente interesante.
Para eso hay que preparar un guion. No hace falta escribir “Lo que el viento se llevó”, no vas a presentarte a los Óscar, pero sí debes darle una cierta estructura.
Como sucede con cualquier novela, con cualquier película, te puedes permitir saltos en el tiempo. Arrancar con un momento especial de la boda. Como cuando los padrinos leyeron su discurso deseándoos buena suerte o cuando dijisteis en voz alta los votos en la iglesia.
Podéis coger imágenes de antes de la boda y de después de la boda e intercalarlas en el vídeo. Por ejemplo, en el aeropuerto, antes de coger el avión camino a la luna de miel. Podéis compartir en el vídeo momentos especiales de vuestro noviazgo. Momentos que queréis recordar y que podéis contar a los demás. No hay límites para este tipo de vídeos. El límite lo pone vuestra imaginación y, lógicamente, los recursos de los que dispongáis.
En los vídeos de boda es bueno incorporar momentos épicos. Como cuando la novia entra en la iglesia o en el juzgado del brazo del padrino, que suele ser el padre. Cuando salís de la ceremonia y os sorprende la lluvia de arroz. Cuando los dos, cogidos de la mano, cortáis la tarta nupcial.
Con una buena edición puede salir un video precioso.
Un vídeo corto para compartir.
El video es uno de los formatos que más compartimos y consumimos a diario. Vemos videos todos los días en redes sociales y los enviamos por WhatsApp a nuestros amigos. Disponer de un vídeo de 2 minutos, tres como mucho, para compartirlo con la familia y con los amigos es un detalle precioso que seguro os agradecerán.
Este video puede ser un vídeo resumen o una escena simpática, graciosa o emotiva de la boda. Si te atreves, hasta lo puedes compartir por Redes Sociales.
Yo te recomiendo que no sea el único video. Tienes el video corto para los demás, y otro más largo, mejor elaborado para vosotros, los recién casados y para enseñarlo a vuestro círculo más cercano. Cuando vayan de visita a vuestra casa. Como se hacía antes con el álbum de bodas.
¿Por qué un video corto? Por si no lo sabes, la gente por internet consume vídeos cortos. El tiempo medio de visualización de un vídeo no pasa del minuto. Esto lo saben las Redes Sociales, que han hecho de los Reels uno de sus formatos estrella.
No sé si es por la inmediatez de la vida diaria, por la pretensión de consumir mucha información en poco tiempo, lo cierto es que los vídeos cortos son lo que se llevan. Por desgracia, muchas veces, las composiciones más largas se subestiman, se desprecian.
Por eso, tu vídeo para compartir debe ser corto. Piensa que tu vídeo lo va a ver mucha gente. Tú lo vas a enviar a tu madre y tu madre se lo va a reenviar a todas tus tías y a tus primas. Se lo vas a mandar a tu amiga y tu amiga lo va a ir enseñando por la oficina.
Aquí si tienes que pensar bien de qué va a ir el vídeo. Es donde estás más expuesta.
Un vídeo sorpresa para el banquete.
El blog de Hacienda Los Conejitos, un centro de eventos a las afueras de Málaga, nos deja la propuesta de hacer un vídeo para exponerlo en mitad del banquete. Es un detalle que nadie espera.
Nos proponen que el vídeo dure entre 3 y 5 minutos, nunca más de 10. Puede ser una oportunidad para agradecer la presencia a los asistentes. E, incluso, si así queremos, para enviarlo a las personas invitadas que no han podido asistir.
La mejor forma de presentarlo es apagar la luz y proyectarlo con un vídeo-proyector sobre una pantalla blanca colocada en una de las paredes del salón del banquete. Quizás, después de tomar los aperitivos, antes de servir el primer plato, sea el momento indicado.
Piensa que para exponerlo no debes demorarte mucho. El banquete tiene su ritual y va in crescendo. No puedes comerte el corte de la tarta nupcial, la subasta de la liga de la novia o el vals que abre el baile.
El mejor formato para un vídeo de este tipo es el Docu-reality. Una escena de la vida cotidiana en la que estáis los dos juntos ultimando los preparativos de la boda y sois sorprendidos por el cámara, al que le dedicáis unas palabras.
Otra idea puede ser hacer un videomontaje con algunos de los momentos más especiales de vuestra vida en común.
Una idea que particularmente me gusta a mí mucho y que puede servir para ponerlo en el banquete o para compartir con los amigos a posteriori es grabar un videoclip. Conjuntar música y vídeo. Algo muy ochentero. Un formato que si se hace bien puede resultar bastante atractivo.
Si os gusta esta propuesta, hablar con vuestro videógrafo, seguro que os da ideas para el video. Lógicamente, debe estar grabado y montado antes de la boda.
Pack de vídeos.
La revista digital Zankyou nos propone contratar con el estudio de video un pack de videos. Un servicio que muchos videomarker especializados en bodas ya suelen ofrecer.
El pack estaría compuesto por tres vídeos: un vídeo resumen de dos minutos, un video más completo de entre 8 y 15 minutos y un tercer vídeo que cubriera la ceremonia con varias cámaras. Recogiendo distintos ángulos, deteniéndose en los detalles y grabando de vez en cuando a los asistentes.
Con todos los minutos de metraje que tienen, los videógrafos tienen material suficiente para grabar varios vídeos. El enfoque que le quieran dar depende de las instrucciones que les hayamos dado y de su forma de trabajar.
Desde luego, el pack es una idea fabulosa, ya que nos permite tener diferentes formatos y guardar un bonito y completo recuerdo de nuestra boda.
Revisando el trabajo de varios estudios de boda, me he dado cuenta de que el documental es uno de los planteamientos más utilizados. Se trata de cubrir la boda y los preliminares desde un enfoque periodístico. Eso sí, poniéndole bastante sensibilidad. No se trata de grabar un reportaje para ponerlo en Informe Semanal.
Para estos vídeos, algunos operadores utilizan fotografías que montan con música de fondo o intercalan archivos de voz que suenan como si fuera una voz en off. Otros, en cambio, recogen escenas grabadas en las que llegan a incluir imágenes panorámicas grabadas con un dron.
En todos los trabajos que he visto, la música ocupa un papel importante. Ya que el video de bodas es algo bastante personal, no nos viene mal hablar sobre la banda sonora con el videógrafo antes de montar el vídeo. Sobre todo, si tenemos alguna preferencia especial en cuanto al tipo de música que nos gustaría que apareciera.
Para encargar tu vídeo de bodas no reprimas tu imaginación. Recuerda que no nos casamos todos los días.