Hablar de salud implica hacerlo de un buen abanico de cuestiones. Al referirnos a ella, normalmente solemos pensar en nuestros mayores, que son quienes más la necesitan a efectos de acabar con los problemas típicos de la edad. Pero no cabe la menor duda de que no son los únicos que necesitan una mejora de su salud. Las personas que padecen cáncer, tumores, problemas en los huesos, degeneración de los músculos, etcétera, también necesitan que, cuando pensemos en la palabra “salud”, las tengamos en cuenta. O las que tengan algún problema de índole dental.
Es precisamente ese asunto, el referido a la salud dental, del que os vamos a hablar a lo largo de todo este artículo. No cabe la menor duda de que un cuidado correcto de nuestros dientes nos ayuda de una manera bastante importante a que mejore nuestra calidad de vida. Conseguir eso tiene una importancia bastante grande para personas de muy diferentes condiciones. Y es que una boca sana nos permite enfrentarnos a la vida de otra manera. Es mucha la diferencia entre una boca sana y una que no lo es. Preguntadle a alguien que haya padecido problemas bucodentales.
Sin embargo, en España, tradicionalmente, se ha estilado poco eso de ir al dentista. Por regla general, los españoles y las españolas no hemos acudido a un profesional de este tipo hasta que no nos ha quedado otro remedio, hasta que el dolor del que hace gala nuestra boca se ha vuelto insoportable. Ni que decir tiene que eso es un error. Pero ni que decir tiene también que esa es la lección que tenemos que tener apuntada en nuestra mente para que no nos vuelva a suceder lo mismo en un futuro. Aunque, como muchos y muchas sabéis, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Una noticia que fue publicada en la página web del diario 20 Minutos informaba de que, en lo referido al año 2016, España era un país caracterizado por una muy floja demanda de dentistas, pero una gran presencia de profesionales de esta actividad en el interior de sus fronteras. Eso implica problemas a nivel empresarial. No hay mercado para todas las empresas y ese es el motivo por el que muchos odontólogos se han marchado hasta otros países de la Unión Europea, llegando otros a cruzar el charco para llegar a Estados Unidos o Canadá.
Y eso que estamos empezando a cambiar nuestras costumbres. Según una noticia que fue publicada en el portal web especializado Gaceta Dental, la población atendida en las clínicas dentales ha crecido con el paso de los años, pero el gasto medio se mantiene. Y es que el precio ha sido siempre una cuestión muy tenida en cuenta por la gente a la hora de acudir al dentista. A no ser que su boca necesitara una reparación de lo más urgente.
Los dentistas han necesitado ayuda para el desarrollo de negocio de sus clínicas
Las clínicas dentales son negocios que están sujetos a unas características que les son inherentes y que son de lo más especiales. Sobre todo en un lugar como España, en el que hay una gran cantidad de profesionales y una demanda que, hasta hace nada, era prácticamente ridícula. Hemos querido saber qué tipo de necesidades han presentado los negocios odontológicos durante todos estos años, para lo cual hemos acudido hasta las puertas de Consejo Dentistas, una entidad dedicada a suministrar información para odontólogos acerca del sector. Lo que nos han comentado es que la mayoría de los responsables de las clínicas españolas han querido saber de qué manera podían realizar una campaña de marketing y publicidad que fuera potente y convenciera a la población, de una vez por todas, de la necesidad de visitar al dentista al menos una vez al año.
Lo que hemos visto a posteriori es que muchas de esas clínicas han apostado por publicidad en entornos en los que prima lo digital: en redes sociales, en diferentes medios de comunicación online, a través de la herramienta conocida como posicionamiento SEO… Se trata de armas efectivas y que están jugando un papel muy importante en lo que tiene que ver con el desarrollo de este tipo de negocios.
La odontología sigue (y seguirá) siendo importante para todas aquellas personas que componemos esta sociedad. Tener unos dientes bien cuidados sirve para dos cosas: en primera instancia, para cuidar de nuestra salud y ganar en comodidad de vida, como es lógico. Y, en segunda instancia, para hacer de nuestra imagen algo mucho más valorado. Esta cuestión, teniendo en cuenta la importancia de la imagen en una sociedad como en la que vivimos, es realmente trascendental. De eso nadie alberga ya ninguna duda.