Hoy en día las empresas invierten tiempo y dinero en contratar a sus trabajadores, ya que buscan encontrar a personas motivadas por la profesión que desempeñan, y con vocación. Esto no ha sido así siempre, ya que durante muchos años lo que importaba es que se hiciera el trabajo y ya está.
Pero las cosas han cambiado mucho, y las profesiones especializadas requieren de una formación constante, porque los continuos avances tecnológicos no paran de cambiar los procedimientos y conocimientos necesarios para actuar con más eficiencia para conseguir mejores resultados.
El ejemplo más claro es el de la medicina, que requiere de una vocación muy importante para aguantar todos los años de estudio, la especialización más el M.I.R. para poder trabajar. Los médicos son unos profesionales que tienen que estar formándose de manera continua para poder aplicar las mejores técnicas médicas, y para dejar de utilizar las que no son adecuadas.
Esto genera una gran competición por parte de los centros de formación para ofertar los mejores cursos en las diferentes materias, ya que aquí las universidades no siempre son las mejores. Tengamos en cuenta que el conocimiento obtenido de la investigación y desarrollo de los laboratorios puede servir para cubrir con creces diferentes cursos de postgrado.
Esto es justo lo que pasa con IVI Global Education, la institución educativa especializada en el campo de la Reproducción Humana Asistida, de IVI RMA Global, compañía líder a nivel mundial, con más de 70 clínicas en 14 países, que ofrece a través de su programa docente una amplia gama de másteres y cursos especializados, con el objetivo de formar y actualizar a todos los profesionales interesados en esta rama de conocimiento.
Pero volviendo al tema de la vocación, es importante saber qué es la vocación, porque de ello depende que el trabajo no sea tan duro, aburrido o detestable como siempre se le pinta. De hecho, un trabajo que no se siente como un trabajo como tal es la garantía de la felicidad.
Qué se entiende realmente por vocación
La vocación está estrechamente relacionada con nuestra personalidad y, por lo tanto, no es un asunto fácil de abordar. No elegimos nuestra vocación, más bien, podría decirse que es ésta la que nos elige a nosotros. Se trata de un movimiento que surge desde dentro, una dirección a la que naturalmente nos sentimos inclinados o hacia la que estamos atraídos irresistiblemente. Es la necesidad de sintonizar con lo que ya está ahí para descubrir algo que siempre nos ha atraído o que se cruza en nuestro camino.
En lo que respecta a la vocación profesional, se trata de un impulsor que actúa con mayor fuerza en las mujeres que en los hombres. Así, según una reciente encuesta, mientras que el 69 % de las representantes del género femenino escogen su carrera universitaria teniendo en cuenta esta llamada, esto solo sucede en el 61 % de los casos cuando se trata del género masculino.
Profesión sin vocación es como un recipiente vacío. Técnicamente, el servicio puede ser bueno, pero no se desarrolla una calidad real en el contacto con el entorno. Un exterior profesional, alguien que se esfuerza y hace todo lo posible por encajar en un puesto, pero al que no le sale de dentro disfrutar con lo que implica su día a día resulta en la mediocridad.
La profesionalidad no es suficiente cuando no existe pasión, compromiso y curiosidad. Y estos tres atributos que tan bien complementan un trabajo bien hecho y una buena aplicación de los conocimientos técnicos son consecuencia de la vocación profesional.
Este factor es tan relevante que, por ejemplo, en España, según datos de InfoJobs, las tres cuartas partes de los estudiantes universitarios escogen su área de especialización en función de su vocación. A la vista de los resultados de la encuesta realizada por este portal de empleo, llama la atención que las generaciones más jóvenes otorgan mayor importancia a este criterio que sus predecesores.
Sin embargo, muchas veces, a pesar de elegir conscientemente una carrera universitaria acorde a la vocación profesional, en el ámbito laboral no se puede continuar avanzando por el camino elegido. Solo el 60 % de las personas terminan trabajando en algún campo relacionado con su área de especialización (Estado del Mercado Laboral en España)