Muchas personas desean tener unos dientes blancos, para lucir la mejor de las sonrisas. Esto no tiene nada de malo, pero el problema llega cuando se convierte en una obsesión. Esa obsesión de tener una dentadura blanca y la falta de una información profesionalizada, puede llevar a que se sometan a tratamientos no recomendables para conseguirlo, como los remedios caseros. Muchos profesionales hablan de la blancorexia, como una enfermedad por querer tener los dientes blancos, nada sanos, ni estéticos. Muchos pacientes quieren los mismos dientes brillantes que las celebrities.
Este trastorno es uno de los más presentes entre la población joven. Los profesionales de la Clínica Dental Collado Villalba explican que «la retirada de las mascarillas, la moda por una dentición muy blanca, la idea de que un «blanco» perfecto es sinónimo de saludable… Son razones que llevan a una obsesión diaria». Blanquear los dientes puede parecer un procedimiento muy sencillo, aunque tiene que ser realizado bajo la supervisión de un dentista, porque si el blanqueamiento no se realiza de forma adecuada, puede traer consecuencias negativas.
“Antes de someterse a este tratamiento, hay que hacer una revisión bucodental al paciente para descartar cualquier patología, como caries o problemas en las encías”, informa el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas. Además, señala que “el dentista debe estar capacitado para manejar los agentes blanqueadores que se utilizan -peróxido de hidrógeno y peróxido de carbamida- siguiendo un protocolo adecuado de diagnóstico, planificación del procedimiento y mantenimiento de los resultados”.
El paciente debe conocer las contraindicaciones del blanqueamiento, como las alteraciones gingivales y sensibilidad dentaria. Es muy importante saber que los dientes no son blancos, porque ni siquiera tenemos ese tono cuando somos pequeños. Además, cada persona tiene una tonalidad en su dentadura que viene marcada por la genética. Muchos pacientes optan por las pastas blanqueantes, pero los dentistas explican que esas pastas aumentan la sensibilidad y tan sólo contienen alrededor de un 3 % de agentes blanqueantes.
Los dientes no se blanquean, si no que se aclaran algunas tonalidades para devolverles un tono parecido a su aspecto original. No todo el mundo puede realizarse un blanqueamiento dental, ya que no todos tenemos la misma sensibilidad en las piezas dentales. La gran mayoría de los blanqueadores dentales contienen sustancias como el peróxido de carbamida o el peróxido de hidrógeno, así que el uso descontrolado de estas sustancias puede causar quemaduras en las mucosas de la boca, irritación de las encías, desmineralización del esmalte dental, hipersensibilidad o la pérdida de los dientes. Tampoco uses los enjuagues y colutorios con alcohol, ya que es abrasivo e irritante.
Es aconsejable huir de algunos remedios caseros como, por ejemplo, el de Gwyneth Paltrow. La actriz aconseja enjuagarse durante 20 minutos cada día con aceite de coco para tener los dientes blancos como perlas, pero la realidad es que no existe estudio científico que avale que el uso de estos aceites tenga efecto blanqueador. Hace unos meses surgió un reto en TikTok que consistía en utilizar un borrador mágico para blanquear los dientes. «Esta última tendencia promete que tras pasar un «borrador mágico» por los dientes, se eliminan las manchas externas de los dientes. Dicha práctica, evidentemente, pone en riesgo nuestra salud dental, ya que los borradores mágicos son limpiadores muy tóxicos y abrasivos que se utilizan para limpiezas profundas (para las manchas de las paredes, para la limpieza del baño, etc.)», informa la doctora Patricia Bratos.
Muchos influencers utilizan el bicarbonato y el zumo de limón para conseguir blanqueamientos caseros. Los dentistas explican que el bicarbonato de sodio aumenta las posibilidades de sufrir caries y el ácido del limón debilita el esmalte. La blancorexia es un trastorno que afecta tanto a hombres como a mujeres. La persona con esta patología apuesta por las continuas sesiones de blanqueamiento a los especialistas con peróxidos.
Si el profesional se niega a continuar con ese tratamiento, el paciente utiliza blanqueadores en casa, porque se obsesiona por conseguir un blanco absoluto. Es aconsejable aguardar un tiempo entre las distintas sesiones, pero las personas que sufren blancorexia no tienen una percepción real del color de sus dientes. Lo mejor es acudir a una clínica odontológica para que el profesional realice un estudio personalizado del estado de los dientes, además, optará por un tipo de tratamiento según las características físicas del paciente. Para conseguir unos dientes blancos y sanos es muy importante cepillarse los dientes después de cada comida, también debes evitar el tabaco y el alcohol.
Los alimentos que manchan los dientes son: el café, té, vino tinto, refrescos, bebidas carbonatadas, frutas de color intenso, Kétchup, bebidas azucaradas, soja, vinagre balsámico, bebidas energéticas…