¿Qué es lo que os llama más la atención de un mundo como el deporte? La verdad es que estamos hablando de algo tan profundo, tan extenso, que es muy complicado elegir qué es lo que puede destacar más. Puede ser una disciplina en concreto, la altura de una deportista, el palmarés de un jugador, la cantidad de dinero que ha podido ganar ese deportista a lo largo de su vida, un récord del mundo, la inversión realizada por un equipo de fútbol en un mercado de verano… o los tatuajes con los que cuenta una persona dedicada al mundo del deporte.
Seguro que habéis visto a muchas personas relacionadas con el mundo del deporte que llevan tatuajes. Estamos hablando de una moda casi universal, que las personas hemos adquirido como propia y que no podía ser menos en el caso de los deportistas. Desde luego, está claro que portar tatuajes es una de las cosas que creemos que más y mejor nos ayuda a desarrollar una imagen personal… y no vamos desencaminados en absoluto, os lo podemos asegurar. Esa es la razón por la que tantas personas se decantan por hacerse uno de ellos. A fin de cuentas, lo importante es sentir que nuestro cuerpo es el que nosotros y nosotras mismas hemos elegido.
Si seguís algún deporte en concreto, os habréis dado cuenta de que hay un montón de sus participantes que lleva tatuajes. Da igual la disciplina de la que estemos hablando. En el fútbol, por ejemplo, esto es más que evidente. En el baloncesto, ya no digamos. Pero es que hay atletas, tenistas, balonmanistas, jugadores de fútbol playa y hasta incluso gimnastas que los portan. Es algo que trasciende al deporte que practiquemos y no cabe la menor duda de que eso responde a una tendencia que no se va a reducir fácilmente. En otras palabras: la moda de hacerse tatuajes ha venido para quedarse durante muchos pero que muchos años. Quizá eternamente.
De hecho, fijaos en lo que apunta una noticia del diario La Vanguardia que enlazamos a continuación: en los Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebraron en 2021 (un año después de lo que inicialmente estaba previsto por culpa de la pandemia), los deportistas olímpicos estaban desafiando el tabú japonés con los tatuajes. La verdad es que, a lo largo de las dos semanas y pico de competición, pudimos ver a cientos de deportistas que contaban con tatuajes. Unos tenían más y otros menos, pero quedaba claro que a un porcentaje muy grande de ellos les gustaba tatuarse. De hecho, para muchos de ellos resulta de una importancia tremenda tener sobre la piel algunas de las cosas que consideran más importantes en su vida.
De hecho, es que usan este tipo de cosas como una manera de diferenciarse del resto, como una especie de elementos ligados a la imagen personal. Podemos ser grandes admiradores de Lebron James a causa de cómo juega al baloncesto, pero lo que está claro es que también le diferenciamos del resto de jugadores de la Nba por los tatuajes que se pueden ver en sus brazos. Los propios jugadores saben que las personas también se fijan en eso y no cabe la menor duda de que son conscientes de que se puede acrecentar su legión de seguidores a causa del tipo de tatuajes que exhiban a lo largo de su participación en las distintas competiciones de las que forman parte.
Es verdad que un deportista debe tener cierto cuidado sobre todo con los momentos en los cuales decide tatuarse. Debe ser un periodo del año en el que no practique deporte. La noticia que os vamos a enlazar a continuación y que procede del portal web del diario Mundo Deportivo informaba de que no se puede realizar ejercicio con un tatuaje recién hecho. El motivo es que no deja de ser una herida superficial y que, cuando sudamos durante la práctica del ejercicio, esa herida suele sufrir y el tatuaje puede verse afectado. Lo mismo ocurre en el caso de que se produzca un roce con la ropa deportiva.
Hay que ser plenamente conscientes de lo que nos puede afectar el hecho de hacer deporte con un tatuaje recién hecho. En Ritual Tattoo, cuya experiencia media de los tatuadores es de una década, nos han indicado que son muchas las personas que suelen desconocer la cantidad de días que es necesario esperar desde la realización del tatuaje hasta la próxima práctica deportiva. La respuesta es que, en caso de tratarse de un tatuaje pequeño, la cantidad de tiempo que tenemos que estar «de reposo» es de una semana, pero si estamos hablando de un tatuaje grande, la cosa cambia y ese reposo debe ser de entre 2 y 3 semanas.
Como es lógico, los deportistas profesionales tienen un calendario muy reducido para realizarse tatuajes. Desde que finaliza una temporada hasta que comienza la pretemporada del año siguiente, pasa poco más de 1 mes, así que deben realizarse el tatuaje prácticamente después de haber acabado la temporada para que les dé tiempo a tener ese tiempo de reposo del que estábamos hablando. Ni que decir tiene que, en su caso, es todavía más importante vigilar los plazos porque cualquier mínimo detalle es importante en lo que tiene que ver con el deporte de élite. Su rendimiento puede depender en buena medida de cosas como estas.
Habitual tanto en hombres como en mujeres
Es cierto que fueron los hombres los que empezaron dominando más en lo relativo a los tatuajes, pero es verdad que las cosas se han equiparado de una manera bastante poderosa en los últimos años. Las mujeres deportistas ya han empezado a ver en los tatuajes una manera de desarrollar su imagen, como lo venían haciendo los hombres, y ya es difícil encontrar a una deportista que no tenga ninguno. Desde luego, esto demuestra lo que veníamos comentando más arriba: que el hecho de tatuarse es algo que va más allá de sexos y que podríamos considerarlo como mucho más que una moda.
Esto responde a la realidad de la vida diaria y no solo a la que se produce en el mundo del deporte. Ya podemos ver, prácticamente en todos los pueblos y ciudades, que hay tantas mujeres como hombres que tienen tatuajes. Es algo a través de lo cual todos y todas hemos querido personalizar nuestro cuerpo, hacerlo todavía más bonito para nuestro propio punto de vista. No cabe la menor duda de que el tatuaje es una herramienta que nos sirve para ello y que, desde luego, va a seguir generando buenas impresiones entre las generaciones que ya se han tatuado y las que, siendo demasiado jóvenes todavía, no lo han hecho aún.
Hay que hablar también de la buena noticia que supone el hecho de que se hayan terminado todos los estereotipos que existían hasta hace algunos años en materia de tatuajes. Hasta hace nada, llevar uno era prácticamente como haber estado en la cárcel, era lo que solía pensar mucha gente que, por supuesto, no tenía criterio alguno a la hora de opinar sobre este tema. Pero las cosas han cambiado y, además, lo han hecho de una manera radical. Ahora… ¡lo raro es no contar con uno de ellos! Creemos que es una buena noticia que así sea porque este es el medio a través del cual muchas personas han podido construir un cuerpo con el que sentirse mucho más cómodas y mucho más seguras. Es una verdadera suerte que así sea.
¿Os acordáis de cuando era tendencia llevar piercings o tintarse el pelo? Pues ahora la tendencia tiene que ver con los tatuajes… y, además, estamos hablando de algo que no es efímero, que no va a ver su interés reducido en el tiempo. A fin de cuentas, un tattoo es lo más personalizable que existe para nuestro cuerpo y son muy poquitas las cosas que se pueden aproximar a eso. Ni que decir tiene que ese es uno de los motivos por los que más y más gente se está decantando por elegirlos. Y los deportistas, como ya hemos venido comentando a lo largo de todos estos párrafos, no han querido ser menos en lo relativo a este asunto.
El deporte y los tatuajes tienen mucha más relación de la que quizá podríamos haber pensando en un principio. Pero solo hay que darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor y ser un poco observador cuando vemos el deporte que más nos gusta para darnos cuenta de que esa relación es tan real como la vida misma. Y, de hecho, a todos y todas nos gusta exhibir esos tatuajes cuando hacemos deporte. Por eso nos los solemos hacer en zonas que quedan visibles cuando llevamos la indumentaria habitual en la práctica de nuestra disciplina deportiva. Presumir de los que tenemos no es ningún acto de chulería ni nada por el estilo, es hacer visible a todo el mundo aquello que nos gusta, aquello que amamos, aquello que nos identifica.