Tener una sonrisa radiante es uno de los deseos más comunes, y no es para menos, ya que unos dientes blancos y cuidados pueden marcar una gran diferencia en la confianza y la impresión que damos. Pero, ¿Qué hay realmente detrás del famoso blanqueamiento dental? ¿Sabemos todo lo que debemos saber?
En este artículo vamos a explorar a fondo este tratamiento tan exitoso, sus técnicas, beneficios, posibles riesgos y hasta algunos secretos que quizás no conocías.
¿Qué es el blanqueamiento dental?
El blanqueamiento dental es un procedimiento estético que busca aclarar el color de los dientes, eliminando manchas y decoloraciones que pueden aparecer con el tiempo debido a factores como el consumo de café, té, vino tinto (y otros como el blanco), tabaco o simplemente por el envejecimiento natural. De esta forma, este tratamiento se enfoca en mejorar la apariencia de los dientes realzando también la autoestima de quienes lo eligen.
Existen varias técnicas para llevar a cabo el blanqueamiento, y su elección dependerá de factores como las necesidades del paciente, el presupuesto y el nivel de eficacia deseado. Vamos a profundizar en ellas.
Principales técnicas de blanqueamiento dental.
- Blanqueamiento en clínica dental: este es el método más eficaz y rápido, ya que se realiza bajo la supervisión de un odontólogo. Según los expertos de Mesiodens, esta técnica utiliza un gel compuesto por peróxido que libera moléculas de oxígeno, las cuales penetran en los poros del esmalte dental. Este proceso químico descompone las manchas acumuladas y devuelve el tono blanco a los dientes de manera segura y eficaz. Normalmente, este procedimiento se complementa con una luz LED o láser que acelera la activación del gel.
- Blanqueamiento ambulatorio: es una opción cómoda para aquellos que prefieren realizar el tratamiento desde casa, aunque está recomendado hacerlo siempre bajo la indicación de un profesional. El paciente recibe unas férulas personalizadas junto con un gel blanqueador de concentración media. Este proceso suele durar varias semanas y los resultados dependen de la constancia y el seguimiento de las instrucciones.
- Productos de blanqueamiento de venta libre o en farmacia y parafarmacia: hay muchos modelos e incluyen tiras blanqueadoras, pastas dentales especiales y kits caseros. Aunque son más baratas, su capacidad es limitada en comparación con los tratamientos realizados por un dentista, y pueden tener un mayor riesgo de dañar el esmalte si no se usan correctamente.
¿Qué diferencias hay entre las técnicas?
- Blanqueamiento dental en consulta profesional.
Este tratamiento se realiza en el consultorio dental, bajo la supervisión de un dentista. Suele ser el más rápido y práctico, puesto que emplea productos con una concentración de peróxido de hidrógeno más alta que los que se utilizan en tratamientos caseros. El procedimiento consiste en aplicar el gel blanqueador sobre los dientes y activar el producto con una lámpara de luz especial o láser. Los resultados son visibles casi de inmediato, y, aunque es más caro, es una opción más segura, ya que el dentista puede controlar el procedimiento para evitar irritaciones en las encías o daños en el esmalte dental.
- Blanqueamiento dental en casa (kits de blanqueamiento).
El blanqueamiento se centra en el uso de productos comprados en farmacias o proporcionados por el dentista, que se aplican en casa durante un periodo determinado. Generalmente, este tipo de tratamientos incluyen bandejas personalizadas y un gel blanqueador con una concentración más baja de peróxido de hidrógeno que los utilizados en consulta. Este método requiere un tratamiento prolongado y puede tardar varias semanas en mostrar resultados, pero es menos invasivo y más económico; sin embargo, es importante seguir las instrucciones al pie de la letra para evitar efectos secundarios como la irritación de las encías o la sensibilidad dental.
- Blanqueamiento con luz LED.
Este procedimiento, que también se puede realizar en casa o en una clínica, utiliza una luz LED combinada con geles blanqueadores para acelerar el proceso de blanqueo. La luz LED activa los componentes del gel, ayudando a que el blanqueamiento sea más rápido. En las clínicas, la sesión suele ser breve, mientras que, en casa, los kits suelen incluir una lámpara LED y productos de menor concentración. Aunque es un tratamiento más accesible que el blanqueo en consulta, sus resultados pueden ser más sutiles y no siempre duraderos.
- Blanqueamiento dental a base de láser.
Similar al blanqueamiento con luz LED, el blanqueamiento láser es un tratamiento realizado en la clínica dental, en el que se aplica un gel blanqueador y se activa mediante un láser de alta potencia. Este método permite obtener resultados inmediatos y es muy útil para personas con manchas resistentes. El láser acelera la acción del peróxido de hidrógeno, obteniendo un efecto más rápido que el blanqueamiento tradicional. Sin embargo, también es uno de los tratamientos más caros, por lo que suele ser una opción menos elegida.
¿Qué beneficios supone el blanqueamiento dental?
Son muchos los beneficios de los que podemos disfrutar gracias a un tratamiento de blanqueamiento dental. Para empezar, conseguir una sonrisa más blanca puede transformar positivamente la forma en la que nos percibimos a nosotros mismos y cómo nos ven los demás. Además, los resultados suelen ser rápidos en comparación con otros tratamientos de belleza relacionados con los dientes, como la ortodoncia: dependiendo de la técnica elegida, los resultados pueden ser visibles incluso después de una sola sesión.
Sin embargo, a pesar de que el blanqueamiento dental es seguro cuando se realiza bajo supervisión profesional, también puede tener algunos efectos secundarios temporales, como sensibilidad dental o irritación de las encías. Para minimizar estos riesgos, es fundamental acudir a clínicas especializadas y evitar productos de dudosa procedencia.
Cuidados posteriores.
Para mantener los resultados del blanqueamiento dental, es importante seguir algunas recomendaciones:
- Reducir el consumo de alimentos y bebidas que tiñen los dientes, como café, vino tinto o salsas oscuras.
- Usar pastas dentales blanqueadoras recomendadas por dentistas.
- Evitar el tabaco, ya que es uno de los principales causantes de manchas dentales.
- Realizar limpiezas dentales profesionales al menos 2 veces al año.
Mitos que debemos conocer sobre el blanqueamiento dental.
- “Duele mucho”: aunque puede haber algo de sensibilidad, el tratamiento no debería doler si se realiza correctamente.
- “Debilita los dientes”: cuando se realiza por un profesional, el esmalte no se daña.
- “Los dientes permanecerán blancos para siempre”: el blanqueamiento no es permanente y los resultados dependerán del cuidado posterior.
¿Quién puede hacerse un blanqueamiento dental?
Como cualquier otra cosa, este tratamiento no está indicado para todo el mundo. Veamos quiénes son los candidatos ideales y las excepciones:
- Adultos con dientes sanos: generalmente, el tratamiento es más efectivo en personas mayores de 16 años con dientes y encías sanos. Se distinguen personas sin caries, sin enfermedades periodontales y con un esmalte en buen estado.
- Personas con manchas extrínsecas: las manchas ocasionadas por el consumo de café, té, tabaco o alimentos pigmentados suelen responder muy bien al blanqueamiento, ya que se encuentran en la superficie del esmalte.
- Aquellos que buscan resultados estéticos rápidos: si tienes un evento importante como una boda o una reunión, el blanqueamiento dental profesional puede ofrecer resultados visibles en poco tiempo.
Sin embargo, hay casos en los que el tratamiento no es recomendable o requiere un método más personalizado:
- Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia: aunque no hay estudios concluyentes sobre los riesgos del blanqueamiento durante el embarazo, se sugiere posponer el tratamiento como medida de precaución.
- Personas con caries o enfermedades de las encías: antes de realizar un blanqueamiento, es fundamental tratar estas condiciones para evitar molestias o complicaciones durante el proceso.
- Dientes con manchas intrínsecas: las decoloraciones internas (como las causadas por ciertos medicamentos) pueden no responder bien a los métodos convencionales y podrían necesitar alternativas como carillas dentales.
- Pacientes con restauraciones: los empastes, coronas y carillas no se blanquean, y esto puede generar una discrepancia en el color de los dientes.
- Menores de 16 años: en estos casos, el esmalte aún está en desarrollo, por lo que no se recomienda realizar tratamientos de blanqueamiento.
Además, es importante gestionar las expectativas: el blanqueamiento puede mejorar el color de los dientes, pero no siempre logra un blanco perfecto en todos los casos. Por eso, es necesaria una consulta previa con un odontólogo para evaluar cada situación de forma individual.
¿Qué es lo que está en tendencia en relación al blanqueamiento dental?
En los últimos años, han surgido nuevas alternativas que prometen resultados igual de buenos, pero con un enfoque más natural, como, por ejemplo:
- Blanqueamiento con luz fría: un método innovador que utiliza una luz LED específica para activar el gel blanqueador sin generar calor, reduciendo la posibilidad de sensibilidad dental.
- Productos con carbamida: una alternativa al peróxido de hidrógeno, que actúa más lentamente, pero con menos riesgos de irritación.
- Blanqueamiento orgánico: utiliza ingredientes naturales como el carbón activado o el aceite de coco para reducir manchas superficiales. Aunque los resultados no son tan drásticos, son una buena opción para las personas que prefieran evitar el uso de productos químicos.