Las humedades en casa son un problema muy frecuente que viene dado por razones variadas entre las que se encuentran, por ejemplo, las fugas o infiltraciones de agua, la condensación, la falta de ventilación, etc. Aunque se pueden dar en todas las épocas del año, es mucho más habitual que aparezcan en las estaciones frías como el otoño o el invierno, principalmente porque solemos ventilar mucho menos, tener la casa más cerrada, y encender la calefacción, lo que hace que el aire se seque, y las paredes o techos no respiren correctamente.
Además de ocasionar desperfectos verdaderamente desagradables a nivel estético, las humedades también son un grave peligro para la salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud, estima que, alrededor del 15% de los nuevos casos de asma infantil en Europa pueden atribuirse a la humedad en los espacios interiores, y existen distintas respuestas fisiológicas del cuerpo humano que también aparecen por este motivo. Teniendo en cuenta estos alarmantes datos, no cabe duda de que es muy necesario que se tomen medidas generales para mejorar los problema de la humedad en las viviendas; y deberíamos hacer todo lo posible para evitar que aparecieran o eliminarlas lo antes posible. ¿Te gustaría saber cómo enfrentarte a ellas? En este post te damos algunos consejos y herramientas que te ayudarán a superar el invierno.
Reparación
Es importante conocer cuál es el problema e intentar ponerle solución cuanto antes. Identifica si se trata de una fuga de tuberías, una filtración, u otra causa como la falta de ventilación o algún fallo relacionado con la estructura del edificio. Si resulta que es necesaria una intervención profesional, entonces deberás dejarlo en manos de especialistas, ya que, en ocasiones, se requieren obras verdaderamente complejas. Normalmente, el coste de estos daños viene incluido en el seguro de la vivienda.
Una vez arreglado, y en el caso de que se trate de un problema relacionado con la ventilación o con tu forma de habitar el espacio, deberás de seguir ciertos pasos para acabar con las humedades y prevenir su futura aparición..
Limpieza
Normalmente las humedades acaban por hacerse visibles en forma de manchas o moho, lo cual puede llegar a ser muy desagradable a la vista, además de terriblemente dañino para la salud. Es importante que estas señales se retiren adecuadamente con una buena limpieza, utilizando productos específicos teniendo en cuenta el material de la pared o techo. Normalmente en supermercados, ferreterías o tiendas especializadas, encontrarás todas las herramientas que necesitas. Si no sabes qué es lo que te hace falta exactamente, puedes hacer una foto del problema y enseñársela a la persona que te atienda en un comercio especializado.
Pintura
Una vez realizada la limpieza, y de cara a asegurar una buena prevención, es el momento de pintar y, lo mejor, es que emplees pinturas especiales para prevenir la humedad, las cuales llevan incorporados elementos que sirven para proteger la estructura, paredes y techo de moho u hongos. De esta manera asegurarás, en buena medida, que vuelvan a aparecer.
Aislamiento
Otra cuestión importante para prevenir las humedades es: gozar de un buen aislamiento en casa, ya que, de esta manera, se controlará mucho mejor la temperatura interior, evitando la condensación, y aislando el espacio de la humedad del exterior. Para lograrlo, puedes agregar materiales como la lana mineral, la celulosa o la espuma rígida a los techos, suelos, o paredes. Asimismo, las ventanas son una de las partes más delicadas en lo que refiere a la humedad. Los expertos de CreaSur ventanas de PVC Granada, recomiendan la instalación de ventanas de PVC sin condensación debido a que, gracias a su elevado aislamiento térmico, no gotean con la condensación que se genera por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, lo que evita que la pintura de las paredes se estropeé.
Ventilación
Tener una buena ventilación es imprescindible para prevenir la humedad, especialmente en invierno, ya que, normalmente, las temperaturas interiores y exteriores son diferentes, lo que produce esa temida condensación. Por este motivo, debes intentar abrir las ventanas en distintas partes de tu casa, si es posible, en lados opuestos, para que el aire entre de manera cruzada. Procura hacerlo durante un tiempo varias veces al día, especialmente en la cocina y el baño, por ser lugares donde se generan muchos vapores. Si no tienes una casa exterior con ventanas, te recomendamos que utilices extractores de aire, o sistemas de ventilación mecánicos.
Estos han sido algunos consejos para luchar contra las humedades en casa y sobrevivir al invierno. Si ves que el problema persiste, te recomendamos que contactes con algún profesional para que pueda encontrar el fallo y resolverlo desde la raíz. ¡Mucha suerte!