Hemos llegado a un punto en el que cualquier tipo de diversión que deje de lado la tecnología me parece fascinante, y puede que resulte cansino volver a leer a alguien hablando de cómo acaba la gente, familiares y amigos, sentados alrededor de una mesa en una cena especial hablando o jugando por el móvil ¿Es que ya no sabemos relacionarnos en modo 3D?… a veces pienso que no, y aun así seguro que hay alguien que me dice que sí y lo que hace en realidad es jugar a los SIMS en versión 3D o algo similar.
Pues bien, aunque este tipo de juegos lleva entre nosotros muchísimo tiempo, yo jamás habita probado lo que podría ser una experiencia de rol, o un escape room, o algo similar. Hasta ahora siempre había preferido cualquier juego de mesa clásico antes que ponerme en la pantalla de la televisión o del Smartphone pero ahora que he conocido lo que es vivir un juego físicamente, totalmente inmerso en la historia, creo que esta es la mejor opción que tenemos para desenganchar a la humanidad del ocio tecnológico porque son una auténtica maravilla.
Dicho esto he de añadir que estas experiencias me parecen un poco caras, al menos por ahora, ya que por lo que he visto no bajamos de los 15 euros por persona, y gastarse eso en una hora de diversión puede que resulte un precio demasiado elevado para muchas familias. De hecho creo que si los precios fueran más asequibles, el número de aficionados sería mucho mayor.
Mi primera experiencia
Antes de todo he de explicar que me encanta todo lo relacionado con la fantasía. Podéis llamarme infantil o todo lo que queráis pero la realidad es demasiado dura como para seguir en ella cuando tratamos de evadirnos, así que me encanta todo lo que me lleve a otro mundo, ya sea en películas, novelas o experiencias de rol. Por eso, la idea de vivir una experiencia de rol inmersivo en la que me convertía en una elfa maga me pareció una auténtica pasada.
Obviamente todo tiene que estar ambientado para creerte verdaderamente lo que se está planteando, por eso incluso tú mismo debes vestir acorde a la situación. Empresas donde alquilar ropa para usar en estas experiencias no hay muchas, yo os recomiendo Evil Tailors, que están totalmente especializados.
He de reconocer que a una persona a la que no le gusta el disfraz o ve una tontería hacerse pasar por cualquier tipo de personaje, no solo se aburrirá en estos juegos, sino que además acabará pensando que está compartiendo su tiempo con una panda de locos frikis. Nada más lejos de la realidad, pero tiene que gustarte vivir algo así.
Para esas personas recomiendo los escape rooms porque en ellos no necesitas creerte la historia que te cuentan o inventarte un personaje, solo necesitas resolver rompecabezas en vivo y ser un poco avispado para ver todas las pruebas que te ponen al alcance de la vista.
Los Escape Rooms
Este tipo de juego es apto para todas las edades, aunque por su dificultad suelen estar pensados para adultos y no para niños. Básicamente el juego trata de ir abriendo puertas, o secretos que te acaben llevando a la resolución del enigma o la situación, y esas puertas solo se abren resolviendo rompecabezas. Puede parecer aburrido, pero no lo es, pues no son rompecabezas al uso, sino que son juegos ideados solo para hacerte pensar envueltos en un contexto estupendo lleno de misterio y ambientación.
Imagina que eres uno de los pocos supervivientes que queda en la tierra tras la rebelión de las máquinas y necesitas energía, para ti y para el resto de la humanidad, porque sin ella moriríais de frío o calor y, además, no podríais combatir al ejército de máquinas. Por eso tú eres tan importante, porque solo tú puede encontrar el laboratorio de un inventor desaparecido hace muchos años y, una vez dentro, activar todos los generadores para dar energía a todo el planeta “humano”. Esta es la historia que yo viví en mi primer y único escape room, y os puedo asegurar que fue una auténtica maravilla. No obstante, he de reconocer que una vez dentro de la habitación lo pasé en grande, resolviendo pruebas y buscando otras nuevas, pero el momento en el que me contaron la historia antes de acceder a la sala fue bastante cómico, tal vez porque no estaba inmersa en la experiencia, o tal vez porque me daba risa la actriz que nos contó todo. Aun así, muy recomendable.
¿Y tú, te atreves?