Comúnmente conocidas como varices, las venas varicosas, son esas venas retorcidas y de aspecto poco agradable que suelen aparecer, generalmente, en las piernas. Estas, junto a sus hermanas pequeñas las arañas vasculares, suelen ser causa de visitas al médico. En muchas ocasiones, meramente por la cuestión estética.
Desde la Clínica del Dr. Molina, expertos en este tipo de afecciones, nos han hablado sobre sus causas, síntomas y posibles tratamientos. Aunque se trate de una patología mayormente carente de complicaciones, en numerosas ocasiones las consecuencias pueden desembocar en problemas de mayor gravedad.
La sintomatología de las varices es clara y fácil de advertir. Cuando su aparición esta exenta de dolor, basta con observar una coloración azulada o violácea en las venas, o una inflamación mayor que da como resultado ese aspecto retorcido y grueso (similar a un cordón) tan poco estético.
En casos más importantes, la presencia del dolor puede conllevar la aparición de otra serie de síntomas. La sensación de pesadez y malestar en las piernas, acompañados de ardor y una sensación pulsátil en la zona, acompañan a las venas varicosas. Calambres musculares e hinchazón de las extremidades inferiores son comunes cuando aparecen este tipo de problemas venosos.
Las personas que padecen venas varicosas, sienten un empeoramiento al pasar largas horas de pie o sentado. Conviene estimular la circulación puesto que este problema, está ligado a la misma circulación sanguínea.
Las venas de alrededor pueden presentar picazón, así como cambios en la tonalidad de la piel que la rodea.
Ante la presencia de estos síntomas, lo más prudente, es acudir al especialista, aunque como ya hemos mencionado, las varices no suelen revestir complicaciones, pueden paliarse los síntomas en caso de molestias más importantes.
Qué causa la aparición de varices
Por norma general, la aparición de las antiestéticas varices, suele darse por una debilidad de las válvulas que bombean la sangre. Puesto que las encargadas de transportar la sangre desde el corazón son las arterias, las venas se encargan de hacer el trabajo contrario. Esto quiere decir que, las venas de las piernas, trabajan en contra de la gravedad, lo que supone un esfuerzo mayor. Si las válvulas venosas que se encargan de bombear la sangre para su retorno están debilitadas, el retroceso de la sangre puede dar lugar a una acumulación en las venas, produciendo esa dilatación o retorcimiento.
Los factores de riesgo que pueden influir en la aparición de esta patología, son los siguientes:
- La edad, es un factor que juega en beneficio de la aparición de las venas varicosas. El propio envejecimiento produce un desgaste natural en las válvulas que hacen que la sangre no pueda retornar de forma adecuada al corazón y por tanto, se acumule.
- El sexo también juega un papel importante en la aparición de varices. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir este problema, generalmente por los continuos cambios hormonales a los que se ve sometido. Esto contribuye a relajar las paredes de las venas aumentando la posibilidad de que aparezcan las varices.
- Los cambios que sufre el cuerpo durante el embarazo aumenta el volumen sanguíneo, este hecho que contribuye a un buen curso en el desarrollo del bebe, también puede agrandar las venas de la parte inferior del cuerpo.
- La genética influye directamente en la posibilidad de padecer venas varicosas. Los antecedentes familiares juegan una baza importante en este sentido.
- El sobrepeso es otra de las posibles causas que pueden derivar en la aparición de las varices, debido al exceso de presión que deben soportar las piernas.
Complicaciones que pueden surgir de las varices
Aunque se trata de complicaciones puntuales y de poca gravedad a priori, en el caso de que exista alguna de las siguientes complicaciones, hay que acudir al médico. En la mayoría de los casos, las varices suelen generar malestar, dolor y pesadez en las piernas. Si embargo, pueden darse alguna de las siguientes complicaciones a tener en cuenta.
Puede darse la aparición de ulceras en la zona donde se presente la variz, generalmente en la parte del tobillo. Inicialmente, aparece en la zona afectada una mancha descolorida. Ese indicador debe observarse y consultar a un médico ante su aparición. Las ulceras, suelen ser difíciles de curar si además cuentas con otra serie de patologías como puede ser la diabetes.
Cuando se sufre un fuerte e intenso dolor en las piernas, aparte de la hinchazón que puede ser mayor de la habitual. En estos casos, conviene acudir al medico puesto que puede existir la presencia de un coagulo sanguíneo. Este tipo de coágulos pueden complicarse de no ser atendidos a tiempo.
Ocasionalmente, las venas mas cercanas a la piel, pueden reventar y producir un sangrado. Aunque esta hemorragia pueda ser leve, es indispensable la atención medica para cerciorarse de que no habrá mayores complicaciones.
Prevención de las varices
Tanto para prevenir como para reducir el malestar provocado por las venas varicosas, es importante mejorar el flujo sanguíneo. La circulación de la sangre debe mantenerse activa, así como el tono muscular.
Evitar utilizar tacones y calcetines o medias ajustados que impidan una correcta circulación, es una de las medidas más acertadas para contribuir a la mejora del flujo sanguíneo y evitar la aparición de varices en las piernas.
Cambiar con regularidad la posición, no estar demasiado tiempo sentado o de pie, es tan importante como caminar para mantener activo el organismo y la circulación.
Llevar una dieta rica en fibra, baja en sodio y evitando en la medida de lo posible los excesos.
Hacer ejercicio y mantener las piernas en alto cuando estemos sentados o tumbados, favorece la circulación sanguínea.
Tratamientos frente a las venas varicosas
Existen numerosos tratamientos para paliar o eliminar los síntomas de las venas varicosas. Desde el propio cuidado personal hasta la cirugía. La mayoría de los procedimientos que se realizan para mejorar las varices son de carácter ambulatorio, se llevan a cabo en el mismo día y solo pasarás en el hospital el tiempo necesario para su realización.
Las recomendaciones sobre el cuidado personal que puedes llevar a cabo en casa de forma habitual, son uno de los primeros tratamientos que propondrá el profesional. También existe la posibilidad de que te receten unas medias de compresión para paliar los síntomas.
El resto de procedimientos, son invasivos y se utilizan en los casos en que las medias y recomendaciones anteriores no funcionan, o las varices revisten mayor gravedad.
En primer lugar, encontramos la escleroterapia, tratamiento consistente en la inyección de una solución en las venas varicosas. Esta solución tiene la función de cicatrizar y cerrar las venas y en pocas semanas deberían desaparecer. Puede ser necesaria la aplicación de varias inyecciones.
Como no podía ser de otra manera, el láser también puede ayudar en la eliminación de las varices. Este tratamiento consiste en la emisión de ráfagas de luz sobre la vena, difuminándola y haciendo que desaparezca lentamente.
Catéteres con radiofrecuencia o energía laser, es otro de los procedimientos. Se trata del tratamiento de elección en el caso de tratar venas varicosas grandes. Mediante la inserción de una sonda en la vena, se calienta el extremo del catéter provocando así que el calor destruya la vena y esta se cierre.
Otro procedimiento consiste en la ligadura alta y la extirpación venosa. Este tratamiento consiste en atara una vena y extraerla mediante pequeñas incisiones.
Por último, la flebectomía ambulatoria, en este particular, el médico extrae las venas varicosas más pequeñas a través de pequeños orificios practicados en la piel. Las cicatrices que quedan son mínimas y los resultados son muy buenos.